¿Te has preguntado alguna vez por qué tu ciudad se ha convertido en el patio de recreo de despedidas de soltero? Spoiler: el turismo - masivo - tiene la culpa, que no siempre es tan bonito como suena en la prensa, en las guías de viaje o en la cuenta de tu influencer favorita. Imagina que tu tranquilo vecindario se convierte en el escenario de un circo de borrachos con coronas de flores, en una cabalgata de fanáticos religiosos, de acerados deportistas que clavetean sin cesar el pavimento urbano con sus bastones de trekking o que todos los negocios son de repente tiendas de suvenires. Eso es lo que sucede cuando el turismo desenfrenado choca con la vida local, y el ruido, el vandalismo y el caos se convierten en los nuevos inquilinos de tu calle.